† PALMA
DE MALLORCA, Junio 2013.
Lisette Pons. “Sobre la Vida y
la Muerte”.
Es importante para mi dar las gracias a
Segovia.
Presentar un trabajo como el que yo he
mostrado aquí, no es fácil. Son mis más íntimas emociones tras un impacto que
marca una vida: El trabajo describe un camino de emociones, de Amor y de Dolor
tras la pérdida nuestra hija Lisette. Mi experiencia desde el primer momento
fue encontrar en el Amor el único amortiguador al dolor: era en Amor en
mayúsculas. Durante mi charla dije que el Amor era un lugar.
La primera pregunta de todos los que han
considerado importante difundir mi intervención fue: ¿Porqué Segovia?. Sin
pensar, lo primero que venía a mi cabeza era: ¿Porqué no Segovia?.
Necesité una complicidad humana que me
abriera las puertas para presentar este “recientísimo trabajo” en el mes de
Mayo: tenía sentido para mi, ya que Lisette nació en el mes de Mayo.
En Inmaculada Cuesta encontré esa
complicidad y ha sido ella quien me ha llevado a todos vosotros y a su querida
Segovia. Cualquier puerta que se me cerrara en este camino, en el de dar Voz a
mi obra, iba fácilmente a conseguir detenerme.
Cuando a Juan de Miguel lo llamo desde
Palma y le pido su nave como marco esencial de mi obra apenas escucha mis
motivos: “Lo que quieras y cuando quieras”. Yo no conocía a Juan de Miguel: hoy
sí lo conozco. Son lenguajes del corazón, esos que abrazan, esos que también me
llegaron desde las miradas de ese exquisito público que se acercó al polígono de Hontoria para ver y escuchar…
ese pequeño público, para mi siempre un gran público, que me arropo y me
contuvo.
Luego los jóvenes, siempre mis grandes
amigos, a los que nunca dejo de decirles que persigan sus sueños: los alumnos
de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad de Valladolid en Segovia,
coordinados por su profesora María Merino, a quienes tanto agradezco el brillo
de sus ojos y su joven colaboración en imagen, audio y video. También a las
fotografías de Mercedes Vizcaíno, otra mujer fotógrafa a la que tengo
cerca. Ahora el testimonio de lo vivido
no solamente forma parte de las memorias de los que allí estábamos. En sus
documentos tendremos memoria del tiempo.
Gracias también a otra persona
entrañable, otro segoviano profundo, Antonio Postigo, quien con su sensibilidad
y comprensión me brindo el espacio y el abrazo que yo necesitaba para colgar mi
obra: Él no solo clavaba clavos.
Creo que hacía frío en la nave. Yo no lo
sentí. Pero en un rincón, más cerca del público y lejos de la obra, Tomás
Postigo estuvo presente a través de su regalo, de su vino, no cualquier vino: un Ribera de Duero,
blanco y tinto, de sus bodegas, de Peñafiel, de otra gran tierra como es
Valladolid.
No puedo olvidar el primer abrazo, el del
arranque, ese que mucho agradezco: Gracias Inmaculada Cuesta.
Ahora tengo más amigos. ¿Porqué no Segovia? Gracias Segovia.
|
Lisette con Juan de Miguel |
|
Lisette con Antonio Postigo |
|
STRAMING por los alumnos de Publicidad y Relaciones Públicas
de la UVA en Segovia, disigidos por la profesora María Merino |
|
Vino de las bodega de Tomás Postigo |
|
Lisette con Inmaculada Cuesta |
LAS FOTOS SON DE MERCEDES VIZCAÍNO